Causas de una conjuntivitis
La conjuntivitis que se caracteriza por el enrojecimiento de los ojos y por algunas otras patologías más que evidentes como hinchazón, puede ser originada por múltiples razones, pero veamos las más comunes para estar alertas:
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Infecciones de carácter externo, producidas por el medio ambiente y por falta de asepsia.
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Mal uso de lentes de contacto.
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Frotamiento de los ojos con las manos sucias.
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Uso de maquillaje más empleado o de dudosa calidad.
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Alergias por consumo de algún producto o de algún alimento.
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Virosis.
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Alergias de diferentes orígenes.
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Algunas enfermedades del organismo que repercuten en los ojos.
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Infección post parto en los recién nacidos.
Cualquiera que sea la razón por la que se desarrolle un cuadro clínico que conlleve a una inflamación de la conjuntiva, hay que atenderlo de inmediato, dado que lo que pudiera comenzar siendo una pequeña infección en sus inicios, pudiera salirse de las manos y convertirse en algo más delicado y difícil de tratar y controlar.
Debemos estar siempre muy alertas en como prevenir la enfermedad y también en cómo tratarla.
A continuación vamos a citar algunos síntomas para mantenerlos siempre alerta en la prevención de la conjuntivitis.
El mejor tratamiento para la conjuntivitis
Si vamos a hablar sobre tratamientos para la conjuntivitis, le podemos adelantar que existen desde simples remedios casero como lavado con agua de manzanilla hasta la terramicina oftálmica o ciprofloxaxina, que viene en forma de ungüento.
También existen gotas oftálmicas que son antibióticas y anti inflamatorias, pero mejor es no auto medicarse, lo más recomendable es asistir al médico oftalmólogo para que determine la causa de la enfermedad y el tratamiento más adecuados.
¿Cuáles son los principales síntomas de una conjuntivitis?
Para diagnosticar una conjuntivitis, basta con asistir a cualquier médico de medicina general, pero claro que si se visita al especialista es mucho mejor, porque éste determinará las causas de la enfermedad y los tratamientos más adecuados según la gravedad del caso.
En todo caso debemos estar muy atentos a los siguientes síntomas para asistir de inmediato al oftalmólogo y comenzar de inmediato el tratamiento que se nos indique a razón de evitar consecuencias de mayor envergadura o de transmisión a otros miembros de la familia, compañeros de clase o de trabajo.
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Enrojecimiento de la parte blanca del ojo, la esclerótica.
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Ardor en la vista.
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Inflamación de los ojos, incluyendo los párpados.
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Secreción de lágrimas.
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Secreción de sustancias purulentas que pueden ser verdosas o blancuzcas, también amarillentas.
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Secreción de lagañas.
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Picazón o comezón en el ojo y sus contornos.
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Sensación arenosa dentro del ojo.