Una persona puede sentir algunos síntomas que le adviertan sobre la presencia de una tensión ocular alta. Por ello te indicaremos que entre estos síntomas para que así puedas solicitar una cita en Evolución visual lo antes posible para que te practiquen una toma de presión ocular.
• Dolores de cabeza, continuos y fuertes.
• Enrojecimiento de los ojos.
• Mareos.
• Vista un tanto borrosa.
• Resequedad en los ojos.
Estos y algunos otros síntomas le pueden advertir a una persona sobre la posibilidad de presentar una presión ocular fuera del rango normal que se estima entre los 15 y los 22 mm Hg.
Cuando una persona presenta uno o cualquiera de los síntomas antes mencionados, pero sobre todo, si esta persona tiene antecedentes de familiares que hayan padecido de glaucoma, es conveniente que le orientemos al respecto.
Lo más recomendable es pedir una cita de control en Evolución visual, donde podrá realizarse los estudios pertinentes y descartar la posibilidad de alguna enfermedad visual, o por el contrario, si la persona es diagnosticada con glaucoma, su oftalmólogo lo orientará en cuanto a los pasos a seguir, que pueden reducirse a un tratamiento con gotas o en casos extremos se puede recurrir a una intervención quirúrgica para mejorar su condición.
En cualquiera de los casos una visita al optómetro, debería ser cuestión de rutina y aunque la persona no sufra de tensión ocular alta, es conveniente hacer un chequeo periódico, sobre tos cuando se sobre pasan los cuarenta años. No olvidemos que la presbicia hace su aparición en esta edad y se deben adaptar lentes para leer.
En caso de presentar presión ocular fuera del rango normal, las personas deben seguir las instrucciones de su médico tratante al pie de la letra. Desde luego se deben aplicar las gotas que le indiquen en las dosis correctas y asistir a las próximas citas en Evolución visual para hacerle seguimiento a su enfermedad.
Es casi seguro que cuando un paciente acude a una cita oftalmológica para medirse la presión de ocular, es porque su consulta ha sido derivada del optómetra al oftalmólogo, en estos casos, si la persona ha sido diagnosticada con glaucoma, debe someterse a los requerimientos de su médico tratante para tratar de resolver el problema de su padecimiento de la mejor manera.
En algunos casos el glaucoma se trata con gotas para combatir la resequedad del ojo, pero hay algunos casos donde se puede indicar una intervención quirúrgica y entonces es convenientes seguir paso a paso todas las indicaciones del médico.
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