¿Cómo detectar una infección ocular?
Cuando sentimos cualquier incomodidad en los ojos debemos acudir al médico para un chequeo preventivo y un diagnóstico precoz de cualquier enfermedad. Al primer síntoma de infección se deben tomar las medidas correctivas que nos indique el especialista.
Vamos a ver cuáles serían los primeros síntomas de una posible infección ocular:
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Ardor o sensación arenosa al cerrar los ojos.
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Enrojecimiento de la esclera o membrana que recubre la parte blanca del globo ocular.
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Presencia de lagañas que pueden extenderse hasta las pestañas.
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Lagrimeo constante.
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Dolor de los ojos.
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Quebranto general a nivel de ojos y párpados.
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Presencia de sustancias purulentas de color verde o amarillosas.
¿Qué puede ocasionar una infección ocular?
Las infecciones oculares pueden surgir por una virosis, pero también pueden ocurrir por algún proceso bacterial. Las gripes y catarros en general pueden terminar afectando la parte de la nariz, oídos, los ojos y la garganta.
Por otra parte cuando por alguna razón ocurre una disfunción de las glándulas lagrimales, se puede producir una infección ya que una de las funciones de las lágrimas es precisamente la de evitar cualquier tipo de infección.
Las lágrimas además se encargan de mantener los ojos húmedos y protegidos de agentes externos que puedan afectarlos. La inflamación de la conjuntiva, recibe el nombre de conjuntivitis y se cura con tratamiento médico o casero.
¿Cómo se pueden combatir las infecciones oculares?
Cuando se presenta cualquier tipo de infección en los ojos, las personas deben acudir con prontitud al médico, deben evitar por todos los medios la auto medicación y cumplir los tratamiento al pie de la letra.
Una infección ocular mal tratada puede degenerar en cualquier otra enfermedad que pueda poner en peligro la vista del paciente. Vamos a ver que tratamiento se pudiera utilizar para combatir una infección ocular.
Si se trata de una infección de poca gravedad y se ataca a tiempo, quizá con solo lavarse los ojos con manzanilla o con una solución antibacterial y unas gotitas de limón, pidiera solucionarse el problema.
Si la infección ha tomado cuerpo y se producen secreciones que no ceden con lavado, se debe acudir de inmediato al oftalmólogo para que recete los ungüentos a base de terramicina oftálmica, indicando la dosis y la posología adecuada según sea el caso.