Pero ningún medicamento ni la ingesta de alimentos específicos para tal fin podrían tener un efecto que pueda revertir esta condición del ojo alargado, que es lo que ocasiona la deformación de las imágenes.
Si, la miopía es un defecto de refracción que lo ocasiona la curvatura alargada del globo ocular en forma elíptica vertical, y ni siquiera con una intervención quirúrgica, esta forma del ojo se modifica, lo que se hace es introducir una lente dentro del ojo, para corregir la falta de nitidez de las imágenes.
La miopía no se cura, se corrige el defecto de refracción
Exactamente, es lo que tratamos de explicar a las personas que afanosamente desean curar su miopía, esto no es posible, se presentan soluciones, más no una curación. Es como querer curar el hecho de carecer de un miembro, lo que se puede es adaptar una prótesis, pero en modo alguno hay una solución para que el miembro perdido vuelva a retoñar.
Sin embargo mucho se ha hablado de unas gotas de Atropina que pueden retardar el progreso de esta condición, pero vamos a ver de qué se trata.
¿Qué es la Atropina?
Se ha podido comprobar en algunas investigaciones realizadas en Singapur, que el uso en los niños de gotas de Atropina al 0,01 %, pudiera retardar un poco el crecimiento de los ojos, más en modo alguno se pudiera afirmar que con esto curarán la miopía, en todo caso pudiera frenarse su avance en muy poca estima.
Estos científicos aseguran que se puede retardar el crecimiento del ojo en un 50 %, más no es algo que esté científicamente comprobado, ya que nadie podría estimar cuanto podría crecer el ojo de un niño usando este tratamiento, ni cuanto hubiera crecido si no lo utiliza. Se trata de una aventura sin apoyo científico alguno que lo soporte.
¿Qué es la ortoqueratología?
También conocida en el ámbito científico oftalmológico como ortho-K, se trata de utilizar unos lentes de contacto durante la noche, cuando los niños están durmiendo y en el día se los quitan. Este método, poco funcional se realiza mediante un mapeo que realiza el médico y con la ayuda de un instrumento conocido como topógrafo corneal.
Este tipo de lentes, trae consigo la posibilidad de aumentar los riesgos de infección y en realidad los pacientes deben usar estos lentes de por vida, ya que al dejar de utilizarlos la forma de la retina vuelve a retomar su forma habitual y por lo tanto se vuelve a perder la agudeza visual.